Zapatillas, pantalones, vestidos, e incluso, guantes de nieve: en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, se puede encontrar de todo.

Y es que el lugar más seco del mundo se ha convertido en un verdadero cementerio de ropa usada.

Miles de toneladas de desechos textiles —provenientes en su mayoría de Estados Unidos, Europa o Asia—, terminan aquí, formando enormes montañas de prendas de segunda mano.

Artículo original de la BBC